Los nuevos tiempos demandan cambios en todo sentido, desde comportamientos y acciones rutinarias, formas de hacer el trabajo integrando tecnología, pero sobre todo las nuevas exigencias y demandas requieren un nuevo marco de pensamiento, requieren nuevos modelos mentales en el hacer del mundo organizacional. La pregunta debe ser insistente ¿Necesitamos nuevos paradigmas? Mi respuesta es un inmediato y exigente SI.
Los ejes de un nuevo paradigma para el mundo organizacional y empresarial implican el desarrollo de un ambiente en donde el centro y fin es la persona. Bajo esta premisa no es descabellado pensar que nuestras organizaciones merecer ser humanizadas, lo que implica trabajar desde el SER y por el SER. En donde la labor del funcionario de la Gestión Humana sea la de gestar personas, bajo el entendido que una persona es integral, total, no es divisible y actúa con todo su SER, ya sea en la casa, en la calle, en el trabajo, con sus amigos, familiares, compañeros de trabajo y sus jefes.
Cuando se habla de los departamentos de Recursos Humanos y a sus funcionarios se les califica como administradores del Recurso Humano, se enfatiza en una verdadera falacia, puestos que, en la práctica, lo que relamente administran son procesos (en caso no sean meras tareas). Las personas no podemos ser administradas, ya que tenemos la posibilidad de ser libres y en ella la decisión de elegir. Quien pierde esta condición genera pérdida todas sus facultades.
La gestión del talento demanda un nuevo paradigma y cambios en su marco conceptual. Para aquellos que se llaman administradores de recursos humanos, vale aclarar que las personas no somos recursos de nada y de nadie. Mi potencial es esencia en el SER y está inherente en la persona, no se trata de condiciones aisladas. Cuando la persona decide poner de manifiesto su talento no es posible aislarlos, puesto que todo su accionar recurre a su SER, lo que implica una combinación de su talento. A esto es lo que llamo gramática del potencial humano (merece un artículo por separado).
¿Qué debemos entender por humanizar la organización? Es generar procesos en donde se potencie al SER humano en toda su dimensión, en donde la expresión del talento se vuelve piedra angular. Se trata de crear las condiciones para que “explote” con todo su potencial desde una visión holística. Se trata de crear un SER humano orientado a la autorrealización; y éste no puede SER más que un trabajador productivo, un empleado motivado, un feliz trabajador que goza de plena salud.
La Gestión Humana se sustenta en conceptos que se deben trabajar sobre una nueva visión e impregnarlos en la acción técnica. En la Gestión Humana subyacen los conceptos de Potencial Humano y su expresión en el talento, el cual integra lo que popularmente le llaman competencias, también se integran conceptos de libertad personal y organizacional, crecimiento y desarrollo humano y todo está integrado bajo una interacción de respeto.
Es desde esa lógica que se retoma el concepto de Gestión Humana, impregnando a las organizaciones una “nueva” visión enfocada desde lo Humano, Por ello proponemos cambiar el paradigma: Función de Recursos Humanos ¡NO!, mejor GESTIÓN HUMANA. Este paradigma requiere profundidad y mucha precisión, pues trabajar con las personas, formar gente es la clave para desarrollar organizaciones competitivas.
La premisa que permite sustentar el nuevo paradigma se expresa en la siguiente idea: La Gestión Humana en la empresa, enfocada en el SER se agrupa en tres lecciones que le dan vida y caminan sobre la base de 7 principios que se deben respetar.
- La primera lección está orientada en SER productivo, que no es ajeno a los resultados, lo que implica SER útil a alguien adentro o afuera de la organización.
- La segunda lección consiste en implementar un sistema coherente e integrador con su metodología y técnicas que fortalezcan la función de la gestión del talento. No son instrumentos o procesos aislados, se trata de impulsar un sistema integral e integrador.
- La tercera lección apunta a generar cultura. Nos integramos a la organización para producir, pero el enfoque no es producir y dar resultado de cualquier forma y a cualquier costo, es hacerlo con una profunda visión humana, donde el proceso de generación de riqueza es un vehículo para el descubrimiento del SER, en donde su labor se genera explotando su potencial con la conciencia y convicción de que se hace un trabajo para beneficio de otros y de él mismo.
Se trata de generar una cultura al interior de la organización con efectividad, una cultura que encierre la visión de organizaciones productividad, felices y saludables, un lugar de trabajo en donde se preocupen por cumplir su cometido, que no es hacer algo, sino lograr algo. Una cultura donde se tenga claridad que el resultado se obtiene en la medida que se actúa en favor del desarrollo de las personas sean estos clientes, proveedores, empleados, accionistas, funcionarios o miembros de la comunidad; y en todos ellos se busque y logre su bienestar.
Gestionar personas bajo este paradigma es generar procesos humanizando la gestión organizacional, en donde el SER se redescubra y reconozca su papel en la cobertura de necesidades. El desafío no es sencillo y se proponen siete principios que lo gobiernan.
- Todo proceso organizacional es un medio para un fin.
- Reconozca personas, no empleados.
- Piense en resultados.
- Producir con satisfacción y generación de bienestar.
- Lo mejor de cada quien.
- Genere cultura y desarrolle autonomía.
- El ser es integral: visión sistémica
Jaime Orlando García. El incitador de tu ser.
